Muéstrenme el dinero.
Ese es el mensaje de la superintendente de Hartford, Leslie Torres-Rodríguez en la secuela del huracán María. El desastre del otoño pasado desarraigó a muchos puertorriqueños que huyeron de la isla, incluso niños que terminaron inscribiéndose en las escuelas de Connecticut.
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Cerca de 450 estudiantes desplazados por el huracán están inscritos en el sistema escolar de Hartford, según el más reciente registro del distrito. Comenzaron a llegar en octubre, después que los presupuestos escolares estaban establecidos.
Y aun así, Hartford y otras ciudades, con bajos presupuestos, todavía esperan el financiamiento gubernamental que les ayude a manejar esa oleada de estudiantes.
"Estoy esperando el dinero," dijo Torres-Rodríguez a la Radio Pública, esta semana. "Estoy esperando el dinero para poder proporcionar los recursos que nuestros estudiantes merecen."
Al menos 1800 estudiantes desplazados están inscritos actualmente en las escuelas públicas de Connecticut, dijo el Departamento de Educación del estado. Hartford recibió al mayor número de estudiantes, seguida de Waterbury, New Britain, New Haven, Bridgeport y Meriden, todas con cifras de tres dígitos. El pueblo de Windham inscribió más de 80 estudiantes, mientras que West Hartford tiene aproximadamente una docena.
Los funcionarios de educación estatal han orientado a los distritos respecto a los procedimientos de inscripción y a los derechos educativos de los estudiantes que se están reinstalando en tierra firme luego de María.
Pero cuando se trata de ayuda financiera, el Departamento de Educación del estado le dice a las escuelas que no tiene dinero adicional para repartir y que su mejor oportunidad es un fondo federal de asistencia para desastres que ayuda a los distritos escolares con los recientes huracanes e incendios forestales. Los funcionarios de Connecticut están a la espera de que comience el proceso de solicitud.
"Hemos estado en estrecha comunicación con los distritos," dijo Peter Yazbak, un vocero del departamento de educación estatal. "Obviamente, las personas están frustradas... Los escuchamos y comprendemos su frustración, pero estamos haciendo todo lo que podemos para asegurarnos que cuando llegue el dinero, ellos lo obtengan."
Según datos estatales, en diciembre, 19 distritos escolares locales que inscribieron estudiantes desplazados, informaron, que hasta ese momento, habían gastado un total de $1,2 millones para educarlos. El distrito estimó que ellos gastarán $9,8 millones para finales del presente año escolar, en gastos tales como contratar más personal, efectuar evaluaciones sanitarias y académicas y tratar de recuperar la información estudiantil de la isla.
Mientras tanto, un proyecto de ley en la capital del estado busca $2,5 millones de ayuda estatal para apoyar a los evacuados y a sus nuevas escuelas. El dinero ayudaría a Hartford, pero solo haría una mella en los costos.
Antes de María, el sistema escolar de Hartford ya estaba en una estrechez presupuestaria tras años de financiamiento fijo por parte de la ciudad, dijo Torres-Rodríguez.
Ahora se suma al déficit del distrito de aproximadamente $1 millón, los gastos por la educación de cientos de nuevos estudiantes en el avanzado año escolar. La superintendente no detalló los costos, pero dijo que van desde trasporte y evaluación, hasta contratación de nuevo personal para servir a los evacuados cuyo primer idioma puede no ser el inglés. Algunos estudiantes también pueden calificar para educación especial.
Hasta ahora, Hartford ha agregado siete tutores a medio tiempo, 11 profesores certificados a medio tiempo, dos profesores bilingües a tiempo completo y el equivalente a 1,5 profesores bilingües de educación especial, dijo el distrito el viernes. Las escuelas esperan contratar cinco educadores bilingües a tiempo completo adicionales, para enseñar inglés como segundo idioma.
Torres-Rodríguez, quien siendo niña también vino a Hartford desde Puerto Rico, dijo que los administradores escolares entraron en crisis planificando, en los días posteriores a que María hiciera estragos en el territorio de EE. UU. Se imaginaron que algunos sobrevivientes buscarían refugio en Hartford, una ciudad con una gran comunidad puertorriqueña.
"Solo que no anticipamos que tendríamos 448 estudiantes, que son los que tenemos hoy en día," dijo Torres-Rodríguez. "Ya somos un — complejo urbano, un sistema urbano con grandes necesidades. Esto nos agrega otra complejidad mientras no tengamos los recursos adicionales."
Esta historia fue actualizada para incluir la cantidad de educadores que Hartford ha contratado para hacer frente al ingreso de los estudiantes puertorriqueños.
Esta historia es parte de “The Island Next Door,” el proyecto de información de WNPR sobre Puerto Rico y Connecticut, después del Huracán María.