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En Las Secuelas Del Huracán María, Los Educadores De Hartford Dicen Que Necesitan Más Ayuda

Es mediado de marzo y la profesora de la Secundaria Pública de Hartford, Bridget Allison, repasa las pautas para redacción de ensayos en su cuarto período de clase. Luego de un rato, confirma con un grupo de estudiantes que se sientan juntos, unos pocos evacuados de Puerto Rico.

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Ella quiere asegurarse de que comprendieron sus instrucciones. Pero Allison no habla español, el idioma dominante de los estudiantes. Y no tiene un tutor en su clase para que la ayude.

"Desde ya, no tenemos lo que necesitamos para ayudar a estos estudiantes," dijo Allison en la Radio Pública de Connecticut. "No tenemos suficientes profesores con inglés como segundo idioma (ESL, por sus siglas en inglés)."

Antes del huracán María, el sistema escolar de Hartford estaba lidiando con recortes de presupuesto y limitantes necesidades — luego vino la llegada de cerca de 450 estudiantes que sobrevivieron a la tormenta. Una cuarta parte de los recién llegados están en secundaria y educadores como Allison dicen que les falta más ayuda.

La superintendente Leslie Torres-Rodríguez no difiere. En esta ciudad de Connecticut, casi en quiebra, con amplios nexos culturales con el Caribe, incluso la jefe escolar tiene una historia personal de haber llegado a Hartford desde Puerto Rico cuando niña, sin saber inglés.

Pero ahora que los evacuados están aquí, ha sido complicado.

"En el septiembre pasado, no me imaginaba tener 448 estudiantes, que son los que tenemos hoy," dijo Torres-Rodríguez.

Cuando los líderes escolares se enteraron cuán fuerte había sido afectado Puerto Rico, comenzaron a planificar, imaginando que la tormenta tendría un efecto dominó sobre los estudiantes y el personal del distrito. Inicialmente Hartford dirigió a los evacuados a escuelas con suficiente personal bilingüe. Las llamaron escuelas eje.

Justin Quinones, de 18 años, llegó más de dos meses después del huracán. Él tiene parientes en la ciudad capital de Connecticut e incluso asistió a la Secundaria Bulkeley de Hartford para un deletreo a comienzos de secundaria. Después de que su familia tomó la desgarradora decisión de dejar su hogar en la isla, Quinones supuso que regresaría a Bulkeley para terminar su último año.

Pero cuando llegó el momento de inscribirse, Quinones dijo que básicamente lo rechazaron.

Bulkeley, una escuela eje en el extremo sur, recibió a más de 70 evacuados y estaba copada.

‘Bueno’, pero no genial

Ahora Quinones está en la secundaria Hartford, en el seminario de último año de Allison. Como él llegó ya avanzado el año escolar, se perdió todas sus presentaciones múltiples diarias de colegios universitarios y opciones de carrera. También (se lo perdió) Alondra Medina, de 17 años de edad, quien sueña con convertirse en doctora.

"Yo llegué el 11 de enero," dijo ella.

Ambos estudiantes describieron que venían de secundarias pequeñas de Puerto Rico. Solo en esta escuela de Hartford, se reunieron con 30 evacuados más. Tanto Quinones como Medina dijeron que les ha costado acostumbrarse al ritmo en Hartford.

Pero están complacidos con su educación aquí y con las distintas formas que consiguen los profesores para explicar algo si ellos no lo comprenden la primera vez.

También cuentan con la Internet para traducir. «Usamos el Google Translate», dijo Quinones.

Durante una clase típica, Allison dijo que solo puede dedicar unos pocos minutos para preguntarles si comprendieron su inglés.

"Cuando veo a Justin y a Allondra, y la ayuda que logro brindarles, (veo que) es buena," dijo Allison. "Pero podría ser mucho mejor. Esa es una de las cosas que me parece descorazonadora, porque yo nunca toleraría eso para mi propio hijo."

El distrito dijo esta semana que gastó unos $400.000 en nuevas contrataciones para educar a los evacuados. Torres-Rodríguez estima, en general, que el distrito, de bajo presupuesto, gastará al menos un millón de dólares en los recién llegados, incluso en trasporte y evaluación. Ella dijo que Hartford y otros distritos locales han estado esperando que el gobierno ayude a contrarrestar los costos, pero que eso aún no ha ocurrido. Esperan recibir ayuda federal.

"Estoy esperando el dinero," dijo ella. "Estoy esperando el dinero para poder proporcionar los recursos que nuestros estudiantes merecen."

Y aunque Hartford ha traído un montón de profesores a medio tiempo, tutores y al menos cinco profesores bilingües a tiempo completo, el distrito dijo que quiere contratar unos pocos más, a pesar del déficit presupuestario en curso.

Paciencia y frustración

"Más recursos siempre serán útiles," dijo Thomas Baldino, el entrenador de la secundaria Hartford, que tiene inglés como segundo idioma. "En un mundo perfecto, me encantaría tener... al menos dos profesores ESL más. Creo que ese sería un buen número."

Luego de la tormenta, el distrito redistribuyó el personal para ayudar a las escuelas con el mayor ingreso de estudiantes. Ahora a Baldino le falta un profesor ESL. Dijo que tiene un equipo de cinco educadores, incluido él mismo, para uno 350 estudiantes que califican para servicios ESL en la secundaria.

Algunos están bien avanzados en dominar el inglés y solo necesitan algo de monitorización. Para otros es un idioma nuevo y necesitan mucha más ayuda.

No son solo los evacuados de Puerto Rico. A lo largo del año, la escuela inscribe estudiantes de Brasil, Jamaica, El Congo, Tanzania y la República Dominicana.

"Están tristes porque extrañan a su país," dijo Balbino. "Están en shock. Y yo les digo, se lo digo a cada uno de los estudiantes que viene aquí, ten paciencia contigo mismo. Ten paciencia con el proceso de aprendizaje. Y ten paciencia con los profesores. Porque si tú te sientes frustrado, a veces los profesores también se frustran, porque quieren poder llegar a ti y a veces es difícil."

Seis meses después del huracán, los estudiantes puertorriqueños aún lidian con la devastación. Baldino dijo que, un día, un estudiante bajó un video de YouTube y le mostró la inundación.

"Su isla está en un profundo problema y lo lamento por ellos," dijo. "Todos nos respaldamos unos a otros en este momento. Todos tenemos que trabajar juntos. Y en su mayor parte, tratamos de hacerlo aquí."

Mientras la crisis persiste en la isla, en Connecticut los días de secundaria pasan volando. Medina acaba de tomar las Pruebas de Evaluación Académica (SAT, por sus siglas en inglés) y está considerando el Colegio Universitario Comunitario Manchester, y luego hacer la transferencia a una universidad en dos años. Quinones está pensando en regresar a Puerto Rico para su educación superior, en donde su trabajo académico sería en su idioma preferido, español.

Ambos esperan graduarse este año en la Secundaria Pública de Hartford, siempre que completen un proyecto obligatorio del último año.

Pero hay un hito estadounidense sobre el que no están seguros.

"No sé," objetó Medina. "Ah, no sé."

"Creo que no," dijo Quinones.

Probablemente se salten el baile de graduación.

Esta historia es parte de “The Island Next Door,” el proyecto de información de WNPR sobre Puerto Rico y Connecticut, después del Huracán María.

Vanessa de la Torre is Chief Content Officer at Connecticut Public, overseeing all content with a mission to inform, educate and inspire diverse audiences across the state, including on radio, television and our organization’s 60-plus digital platforms.

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